Introducción
El agua es esencial para todas las necesidades de la sociedad y los ecosistemas. La seguridad hídrica es multidimensional y no solo se trata de la oferta cuantitativa de agua. El agua debe estar disponible en cantidad y calidad suficientes y debe ser accesible en una forma aceptable. En consecuencia, una situación de seguridad hídrica indica la disponibilidad y accesibilidad de suficiente agua limpia para permitir que una población asegure de manera sostenible sus medios de subsistencia, salud, desarrollo socioeconómico y estabilidad política. Muchos factores socioeconómicos, como el crecimiento de la población y los patrones de consumo de alimentos, juegan un papel importante en la determinación de la seguridad hídrica. Aun así, se demuestra cada vez más que el cambio climático es un factor importante que contribuye a la inseguridad hídrica en todo el mundo, con algunas regiones en mayor riesgo que otras.
Actualmente, se estima que aproximadamente la mitad de los aproximadamente 8 mil millones de personas del mundo experimentan una grave escasez de agua durante al menos una parte del año debido a factores climáticos y no climáticos. Desde la década de 1970, el 44% de todos los desastres han estado relacionados con inundaciones. No es sorprendente que una gran parte de las intervenciones de adaptación (aproximadamente el 60%) se forjen en respuesta a los peligros relacionados con el agua.
Agua y Cambio Climático: Reporte del IPCC 2022
El capítulo IV del Sexto Informe de Evaluación del IPCC evalúa los cambios observados y proyectados inducidos por el clima en el ciclo del agua, sus impactos actuales y riesgos futuros en los humanos y sistemas naturales y los beneficios y la eficacia de los esfuerzos actuales y del futuro de adaptación relacionados con el agua. Este artículo presenta un extracto del dicho informe, del que se toman las siguientes conclusiones:
- La intensificación del ciclo hidrológico debido al cambio climático inducido por el hombre está afectando los aspectos físicos de la seguridad hídrica, exacerbando así las vulnerabilidades existentes relacionadas con el agua causadas por otros factores socioeconómicos (figura 2).
- Los eventos climáticos extremos que causan inundaciones y sequías de gran impacto se han vuelto más probables y (o) más severos debido al cambio climático antropogénico.
- Cada vez hay más evidencias de los cambios observados en el ciclo hidrológico sobre las personas y los ecosistemas. Una parte significativa de esos impactos son negativos y los sienten de manera desproporcionada las comunidades que ya son vulnerables.
- Se prevé que los riesgos relacionados con el agua aumenten con cada grado de calentamiento global, y se prevé que las regiones y los pueblos más vulnerables y expuestos enfrenten mayores riesgos (figura 1).
- Limitar el calentamiento global a 1,5 °C reduciría los riesgos relacionados con el agua en todas las regiones y sectores.
- Las respuestas de adaptación al agua observadas tienen múltiples beneficios, sin embargo, la evidencia de la efectividad de la adaptación en la reducción de los riesgos climáticos no está clara debido a los desafíos metodológicos.
- Las futuras adaptaciones proyectadas son efectivas para reducir los riesgos en mayor o menor medida, pero la efectividad cae bruscamente más allá de los 2 °C, lo que enfatiza la necesidad de limitar el calentamiento a 1,5 °C.
- La seguridad del agua es fundamental para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y las transiciones de sistemas necesarias para un desarrollo resiliente al clima; sin embargo, muchas medidas de mitigación tienen una huella hídrica alta que puede comprometer los ODS y los resultados de adaptación.
- Un conjunto común de principios habilitadores respaldados por un fuerte apoyo político puede ayudar a alcanzar los objetivos triples de seguridad hídrica, desarrollo sostenible y resiliente al clima.
Considerar que ….
Muchos de los países y grupos sociales más amenazados por el cambio climático son los que menos han contribuido al problema y no cuentan con los recursos adecuados para adaptarse. Las políticas de adaptación del agua habilitadas a través de la coproducción ética entre los poseedores del conocimiento indígena, el conocimiento local y el conocimiento técnico, a través de la cooperación y acciones coordinadas entre múltiples actores, incluidas las mujeres y todos los grupos marginados, en varios niveles de gobierno son necesarias para transiciones efectivas hacia un desarrollo resiliente al clima.
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