¿Qué es la seguridad hídrica?
La seguridad hídrica se define como la capacidad de una población para salvaguardar el acceso sostenible a cantidades adecuadas de agua de calidad aceptable para sustentar los medios de vida, el bienestar humano y desarrollo económico, para garantizar la protección contra la contaminación transmitida por el agua y los desastres relacionados con el agua, y para preservar los ecosistemas en un clima de paz y estabilidad política (UN Water, 2013).
Dentro de esta definición, el bienestar humano incluye múltiples componentes, como: el material básico para una buena vida, la libertad de elección y acción, la salud, las buenas relaciones sociales y la seguridad.
Esta definición implica que el agua se gestione de manera sostenible a lo largo del ciclo del agua y que se haga mediante un enfoque interdisciplinario, de modo que contribuya al desarrollo socioeconómico y refuerce la resiliencia de la sociedad a los impactos ambientales y a las enfermedades transmitidas por el agua sin comprometer la salud presente y futura de las poblaciones y los ecosistemas.
Para lograr la seguridad hídrica es necesario que la asignación entre los usuarios sea justa, eficiente y transparente; que el agua para satisfacer las necesidades humanas básicas sea accesible para todos a un coste asequible para el usuario; que el agua a lo largo del ciclo del agua sea colectada y tratada para prevenir la contaminación y las enfermedades; y que existen mecanismos justos, accesibles y eficaces para gestionar o abordar las disputas o conflictos que puedan surgir.
¿En qué niveles opera la seguridad hídrica?
El concepto opera en todos los niveles, desde el individual, el doméstico y el comunitario, hasta el local, el subnacional, el nacional, el regional y el internacional, y tiene en cuenta la variabilidad de la disponibilidad de agua a lo largo del tiempo.
¿Cuáles son los elementos centrales necesarios para lograr y mantener la seguridad hídrica?
Pueden resumirse con los siguientes puntos:
- Acceso a agua potable segura y suficiente a un coste asequible para satisfacer las necesidades básicas, que incluyen el saneamiento y la higiene, y la protección de la salud y el bienestar;
- Protección de los medios de vida, los derechos humanos y los valores culturales y recreativos;
- Preservación y protección de los ecosistemas en los sistemas de asignación y gestión del agua con el fin de mantener su capacidad de proporcionar y mantener el funcionamiento de los servicios ecosistémicos esenciales;
- Suministro de agua para el desarrollo y las actividades socioeconómico (como la energía, el transporte, la industria, el turismo);
- Recolección y tratamiento de agua usada para proteger la vida humana y el medio ambiente de la contaminación;
- Enfoques colaborativos para la gestión de los recursos hídricos transfronterizos dentro y entre países para promover la sostenibilidad y la cooperación del agua dulce;
- La capacidad de hacer frente a las incertidumbres y los riesgos de los peligros relacionados con el agua, como las inundaciones, las sequías y la contaminación, entre otros; y,
- La buena gobernanza y la rendición de cuentas, así como la debida consideración de los intereses de todas las partes interesadas a través de: regímenes jurídicos apropiados y efectivos; instituciones transparentes, participativas y responsables; infraestructura debidamente planificada, operadas y mantenidas; y desarrollo de capacidades.
El término seguridad hídrica capta las dimensiones dinámicas del agua y los problemas relacionados con el agua y ofrece una perspectiva holística para abordar los desafíos del agua. Abordar los problemas del agua bajo el paraguas de la seguridad hídrica capta la mayoría de los intereses en el agua y ofrece un medio para considerar estos problemas de forma holística, ya que muchos temas están estrechamente interrelacionados y tienen múltiples causas, impactos y soluciones en todos los sectores.
La seguridad hídrica engloba retos complejos e interconectados y destaca la importancia del agua para lograr un sentido de seguridad, sostenibilidad, desarrollo y bienestar humano, desde el ámbito local hasta el internacional.
¿Qué factores contribuyen a la seguridad hídrica?
Son muchos factores que contribuyen a la seguridad hídrica y van desde los biofísicos hasta los infraestructurales, institucionales, políticos, sociales y financieros, muchos de los cuales se quedan fuera del ámbito del agua.
La seguridad hídrica requiere una colaboración interdisciplinaria entre sectores, comunidades y fronteras políticas, de modo que se gestione adecuadamente el potencial de competencia o conflictos por los recursos hídricos, entre sectores y entre usuarios del agua o Estados.
El Rol de AGUA 4.0 en la Gobernanza de la Seguridad Hídrica para el logro del ODS 6
El Objetivo de Desarrollo Sostenible ODS 6 garantiza la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos para 2030.
La tecnología (AGUA 4.0) desempeñará un papel fundamental en el logro de este ambicioso objetivo, no solo en términos de tecnología de ingeniería en el suministro y el mantenimiento de instalaciones y los sistemas de agua y saneamiento (como grifos, inodoros y tuberías), sino también en el uso más extenso de las TIC. para ayudar a gestionar el agua en sí, el recurso del que dependen el saneamiento y la higiene.
Una buena gobernanza, basada en información fiable recopilada y compartida a través de las TIC, es esencial para gestionar la incertidumbre y reducir los riesgos de sobreexplotación y contaminación de los recursos hídricos, así como para ampliar y mantener los sistemas de saneamiento que han demostrado reducir masivamente la propagación de enfermedades.
Para lograr el éxito de los ODS 6 en su conjunto, se requiere un enfoque integrado y basado en datos sobre el agua y el saneamiento que tenga en cuenta las necesidades de toda la economía y proteja el medio ambiente.
Para saber más de este tema:
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