
El agua es un motor clave de la estrategia para revertir la degradación de la sostenibilidad de la biosfera (Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS de la ONU), especialmente frente a los crecientes cambios climáticos. El paso fundamental para establecer estrategias holísticas y soluciones sistémicas debería consistir en comprender el mesociclo hidrológico, la interacción agua/biota (Figura 1) y la jerarquía de los impulsores.

Todo ello reforzado por el conocimiento y el amplio alcance de las ciencias ambientales, y teniendo en cuenta las diversas interacciones económicas, legales y sociales. Por lo tanto, para lograr la armonía entre el medio ambiente y la sociedad, es necesario desarrollar una ciencia de la sostenibilidad integradora: la ecohidrología. El enfoque ecohidrológico tiene tres principios que son expresados en componentes secuenciales (ver Figura 2).

El paso fundamental para lograrlo es transferir la información científica acumulada en conocimiento (comprender los procesos, la retroalimentación y la jerarquía de los mecanismos regulatorios en estos sistemas), y luego transferir este conocimiento en sabiduría, es decir, la capacidad de resolver problemas de sustentabilidad mediante las soluciones basadas en la naturaleza y las tecnologías innovadoras integradas en soluciones sistémicas mejoran el potencial de sostenibilidad WBSRCE (W Captación, B Biodiversidad, S Servicios Ecosistémicos para la Sociedad, R Resiliencia y C Cultura y E Educación), los cuales están mitigando los impactos humanos y aumentan también la capacidad de adaptación y fortalecen la capacidad de adaptar la sociedad y las habilidades profesionales al nuevo paradigma Evolutivo/ Ecosistémico y de tecnologías relevantes, cambiando así la jerarquía de las necesidades y situaciones.
Para acelerar el logro de la sostenibilidad de la biosfera (ODS ONU), son necesarios los siguientes pasos adicionales basados en la ecohidrología:
- Educación proactiva de la sociedad: hacer frente a la incertidumbre en un mundo cambiante y especialmente en el aspecto climático. Existe una necesidad urgente de moldear las actitudes sociales y la comprensión de la sostenibilidad: entender a la biosfera como un sistema dinámico donde los ciclos del agua, el carbono, el fósforo y el nitrógeno sirven como los principales impulsores de la sostenibilidad, y que estos están influenciados por cada uno de nosotros y a su vez determinar la cantidad y calidad de los servicios ecosistémicos que necesitamos. Este enfoque requiere una educación proactiva, que estimulará un cambio de un paradigma sociocéntrico/mecanicista a uno evolutivo/ecosistémico basado en tres supuestos: 1) la unidad del hombre y la naturaleza, 2) la conciencia de que la felicidad no está correlacionada con el consumo, sino, ante todo, una relación justa y buena con otras personas, y con un funcionamiento en un ambiente sano, 3) nuestro estado mental positivo está, en gran medida, definido por la calidad de nuestro entorno. Tales creencias pueden estimular en gran medida el capital social – confianza y cooperación.
- El capital social como factor importante para la transferencia del conocimiento en sabiduría y de las innovaciones en la gestión de cuencas. La filosofía del intercambio de ideas y la apertura a opiniones controvertidas han ido ampliando la percepción holística de los problemas a resolver y generar innovaciones de la manera más eficiente. Vale la pena subrayar que parece haber muchos ejemplos de que tanto el fomento del espíritu de equipo como el respeto por la experiencia y el liderazgo hacia el logro de objetivos estratégicos, en primer lugar, revierte la degradación de la biosfera. Las sinergias de ambos también deberían amplificar la trasferencia de la ciencia en tecnología.
- La Prospectiva socioeconómica de la cuenca como herramienta para la creación de un futuro deseable. La acción sin visión y estrategias ha resultado típicamente en un desperdicio de recursos y potencial humano. Por lo tanto, la herramienta principal utilizada para el desarrollo de una visión y estrategia responsable para lograr los ODS de la ONU debe ser la metodología de prospectiva, que debe considerar la economía circular, es decir, la reducción del impacto y la producción bioeconómica de productos básicos a partir de recursos renovables, y la mejora del potencial de sostenibilidad WBSRCE, donde el mesociclo del agua debe utilizarse como marco para la evaluación, la planificación y la gestión.
Para saber más de este tema:
Albarracín, M., Gaona, J., Chícharo, L., & M. Zalewski. (2018). Ecohidrología y su implementación en Ecuador. Eds. Corporación Naturaleza y Cultura Internacional, GAD Municipal de Paltas, Universidad Técnica Particular de Loja e INGERALEZA, S.A. – Ecuador
Buen aporte, recalco en que tan importante es la educación y cultivar una educación ambiental, que el humano entienda, comprenda y respete al ambiente y sus diversos ecosistemas